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Desnudo
Compartido por Sergio Oscar Figueroa Licea, USA.


Y ahí va el hombre, con su cuerpo tibio,
dejando que las jaras lo persignen;
y es el sol su vestido, el sol que viste
la desnudez serena de los lirios…
  La gente le reprocha;
"piénsalo un poco:
¿Es que vas a ir desnudo
como los locos?
Pero él no duda:
sólo es libre deveras
quien se desnuda".
 
  Nunca fueron más puras armas de caballero,
que al Señor de la gloria se le sirve desnudos:
porque nada en nosotros le permanece oculto
ni se le oculta nada de todo lo que hacemos
  Dios traspasa armaduras, atraviesa cerrojos,
reconoce caretas, y descifra disfraces.
Para Dios con la misma desnudez con que naces
estás siempre delante de sus ojos.
!Pobres los que pensaron que aumentaban con trapos
su parecido al Padre Dios de las creaturas!
!Pobres si imaginaron subir a las montañas
acumulando, ascéticos, sobre sus cuerpos, hábitos!
!Ay de los que desprecian la desnuda hermosura!
!Ay de los que condenan la belleza del cuerpo
que Dios en el principio, con barro y con aliento
formó a su semejanza entre sus manos puras!
 
!Y pobre de esa gente que organiza campañas
para bajar las faldas un centímetro al menos,
como si la decencia fuera cosa de velos
o de ello dependiera la salvación del mundo…!
 

La decencia, la plena y absoluta pureza
es algo muy distinto de alargarse las faldas.
Ser puro significa querer con toda el alma
a cada creatura en su desnuda esencia.
La religión que niega al cuerpo su sentido
termina dando culto a las formas externas.
Las joyas y las pieles se adueñan de la Iglesia
y se llama impecable al que va bien vestido.
 
  Ese miedo al desnudo, ¿es maldición divina
a Eva y Adán o es fruto de una moral de esclavos
que a lo gris y a lo triste lo considera santo
y le atribuye al diablo todo lo vitalista?
Si del vientre caliente carne nuda salimos
y a la tierra desnudos al fin volveremos,
es una hipocresía que nos avergoncemos
de vernos como somos, de ser nosotros mismos.
 

Porque, en definitiva…
 
  No hemos ganado mucho al perder la inocencia.
No estamos más presentes por ser más presentable.
Aceptamos disfraces para estar aceptables
y desaparecemos por cuidar la apariencia.
  Cuánto más nos valiera dejarnos de mentiras
y comer, sin complejos, los frutos de la tierra;
ser fieles a los vivo es la única manera
de ser en verdad fieles al Dios que hízo la vida.
Quien va desnudo sabe que son muy pocas cosas
las que se necesitan para vivir contento:
agua de manantiales, fruta como alimento
y los domingos, música y un puñado de rosas.
 
  Quien acepta vestirse vive, en cambio, atrapado:
cuantas más cosas tiene tánto más necesita.
Para guardar los trajes un candado precisa
y luego necesita defender el candado…
No es ésta la manera con que las maravillas
se forman en el seno de la naturaleza;
el árbol más frondoso, su brío y su belleza
los saca desde dentro de una humilde semilla.
 
Y el aire, las montañas, las bestias, las estrella
cantan -todos desnudos- su himno de acción de gracias
al Dios tres veces simple que hizo tan casta el agua,
las ardillas tan ágiles y la yerba tan bella.
 
Y tú, pequeño mío, ánda siempre desnudo;
no ocultes, pusilanime, ni un palmo de tu cuerpo
y ocupa tu pequeña parte en ese concierto
de desnudez esplendida que hace girar al mundo.
Si vas desnudo hijo, sin nada entre las mano
tú serás tu riqueza, y al no haber que robarte,
no tendrás enemigos, sino que en todas partes
y entre todos los hombres encontrarás hermanos.
 
  Verás que entre la gente no hay tantas diferencias;
que en lo más importante todos somos iguales
y que los privilegios y las clases sociales
son fruto de ese engaño que llamamos decencia.
Si, venciendo prejuicios que son sólo cinismos
las puertas de tu cuerpo mantienes siempre abiertas
tal vez te menosprecien, pero aquel que te quiera
te querrá como eres, te amará por ti mismo.
Vive así piel desnuda, como Dios te hizo un día,
Habitante inocente de un jardín encantado
sin rincones obscuros, donde no hay más pecado
que negarse a sí mismo y romper la armonía.
 
  Que tus años transcurran en la paz sin heridas
del que sabe el sentido del espacio y el tiempo
y todas las mañanas sube a llenar tu cuenco
en la roca desnuda donde brota la vida.
  Manda en fin, que te entierren, cuando tu cuerpo muera,
desnudo ya del todo, igual que las simientes.
Y tu carne de tierra se hará otra vez viviente
con la lluvia templada de cada primavera.
Y ahí va el hombre con su cuerpo en cueros,
Comprendiendo, por fin, en qué consiste
ser hermano de todo lo que existe
y llevar por vestido el universo.
 
!La gente está que trina:
"Vaya un escandalo!
!No puede andar desnudo,
hay que taparlo!"
Pero él anda
libre como las liebres
entre las jaras.
 
  ¿Es el hombre un visionario
o es nada mas que un loco y un demente?
¿Es sólo un inmaduro e inconsciente
o un poéta revolucionario?
  La gente está entre abrigos,
agonizando de asfixia,
y todavía titiritando.





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